lunes, 1 de diciembre de 2008

Paz para Medio Oriente

Un líder clave para Palestina e Israel


La situación Palestina ha ido fluctuando entre acuerdos, desacuerdos, desavenencias y conflictos varios entre los países limítrofes. Pero lo cierto es que hoy se encuentra en un momento de desorden político y una discontinuidad territorial que ha contribuido a la creación de un conflicto civil no declarado.

Pero no hay que perder de vista que por encima de cualquier conflicto político de discrepancias, este es primeramente un conflicto religioso por tierras que tanto Israel como Palestina consideran sagradas y entregadas a ellos por sus guías máximos espirituales.


Es imposible una negociación si no existe organización dentro del Estado. Existe hoy una guerra civil con dos facciones en completo desacuerdo y que además un grupo controla un territorio y otro. La solución para esto es única: debe existir un líder real y natural que logre llegar a un consenso entre ambas facciones. Un líder que sea capaz de negociar con el grupo de todas formas para poder crear una unidad política y poder entrar a negociar la creación del Estado Palestino.

En cuanto a la discontinuidad territorial que se acentúa más aún en Gaza como Cisjordania que tienen sus propias facciones gobernando, la solución también se presenta en la figura de un líder neutral entre ambas facciones, que logre conjugar de manera eficiente los requerimientos de ambos y que tanto Hamas como Abbas tienen que acceder a ciertos acuerdos para que esto se logre.


Por su parte, los grupos de presión deben comprometerse a mantener las conversaciones en paz y crear lazos de confianza entre ellos, en post de un bien superior. Solo así se llegará a la reconciliación interna de Palestina y a su vez a la paz con Israel.


Una de las formas de mantener la estabilidad, después de que exista una unidad política en Palestina con un líder eficiente, es dar preferencia al progreso económico y al desarrollo, pero por sobre todo al cambio cultural en donde se debe incentivar la participación ciudadana en los territorios en cuestión y las conversaciones en pos de la paz ciudadana sustentada en lazos fuertes para que de una vez por todas Medio Oriente obtenga la tranquilidad anhelada por años.